Caso real 1:
"Amanda es una mujer dedicada al completo a su familia,
tiene 36 años, es madre de dos hijos, uno de 13 y otro de 6, y trabaja como
dependienta en el comercio ubicado debajo de su casa, un comercio dedicado a la
fabricación de pan y bollería artesanal, que por cierto, esta riquísimo (doy fe
de ello).
Siempre ha sido una chica atractiva, de las rubias,
esbelta de ojos azules. Pero un día empezó a engordar, quizás sobretodo después
de tener a su primer hijo. Siempre desde
entonces se ha sentido acomplejada, además, su genética tampoco la ayuda en
este sentido, pero a este hay que sumarle su trastorno de ansiedad, mas acentuado
recientemente por cuestiones varias que ahora no competen, y que trabaja
directamente ante el enemigo, en una bollería, que para mas inri regenta su
madre.
Ahora, ha empezado a visitar a su psiquiatra y sigue
una medicación, pero ¿Cómo ayudarla una vez haya dejado su tratamiento?"
Aquí van mis pautas:
Deberíamos empezar por aceptar que
el hambre por ansiedad es más bien un hambre “psicológico” debido a situaciones como el estrés, preocupaciones
personales, laborales o, en ocasiones, al simple aburrimiento.
¿Cómo diferenciar comer por hambre o por ansiedad?
La línea entre ambas conductas es fina y en ocasiones
se encuentran solapadas, por lo que es difícil separarlas tangencialmente. De
todos modos, puedes reconocer la voracidad
ansiosa cuando tienes un antojo de
algún alimento concreto y en el momento que empiezas a ingerirlo, sientes que
no puedes parar o que necesitas comer más, incluso después de saciarte.
Esta conducta, además, suele tener lugar entre horas, es decir, entre comidas y la sensación principal no
es la de hambre, como cuando te ruge el estómago, sino la de ansiedad.
Mientras estás en pleno apogeo es complicado
detenerte, ya que te encuentras en un estado de descontrol emocional. El mejor momento para actuar es después y servirá para prevenir futuras recaídas.
Se trata de que te preguntes qué necesidad está cubriendo la comida que has
ingerido compulsivamente y la satisfagas. A continuación, tienes algunas claves
para facilitarte la tarea.
Por ejemplo, podríamos deducir que dependiendo del
tipo de alimento que nos atrae más tenemos una carencia u otra en algún ámbito de nuestra vida,
toma nota:
·
Azúcar: tener la necesidad
de ingerir cualquier alimento dulce, denota una necesidad de cariño.
·
Sal: el consumo de comida
salada significa necesidad de normas,
estructura.
·
Picante: un antojo de comida
picante en exceso evidencia la necesidad de vivir experiencias, de movimiento.
La ingesta de comida es otra de las formas que tenemos
de expresarnos. Tanto la
manera en que comemos (compulsiva, pausada, a trompicones) como el alimento elegido,
nos dan una información muy valiosa sobre nosotros mismos: cómo estamos, qué
nos falta. Si no nos gustan nuestras acciones o no son sanas para el cuerpo,
pero conocemos elporqué las llevamos a
cabo, podremos encontrar un modo distinto de saciar esas necesidades internas
que todos tenemos en un momento dado.
Alimentos contra la ansiedad:
YOGUR DESCREMADO CON
FRUTAS: Aportan 100 calorias por pote, contienen fibra, proteínas de buena
calidad, calcio y vitaminas. Además de nutritivos son refrescantes y calman la
ansiedad por comer algún alimento dulce. Son fáciles de adquirir y transportar especialmente
cuando se está en la calle.
YOGUR DESCREMADO CON
CEREAL: Aportan 120 calorias por pote, contienen más fibra que los que
vienen con fruta, proteínas de buena calidad, calcio y vitaminas. Brindan un
poco más de saciedad que la opción anterior ya que el cereal demanda más
masticación. Son fáciles de adquirir y transportar.
BARRITAS DE CEREALES: Aportan, en promedio, 110 calorias y hay en el mercado diferentes
variedades; con frutas deshidratadas, frutas secas y trocitos de chocolate. Se
puede consumir 1 ó 2 por dia. Las versiones ?light? contienen aproximadamente
la mitad de calorias. Aportan fibra, proteínas, poca grasa, vitaminas y
minerales. Brindan sensación de saciedad, se recomienda masticarlas bien.
GELATINA DIET: Aporta
aproximadamente 10 calorías por porción. Es una buena opción para calmar la
ansiedad, se puede consumir a voluntad. Para aumentar la sensación de plenitud,
se puede combinar con unos trocitos de frutas frescas o al natural diet, con
yogur o queso blando descremado.
CARAMELO: Disolver un
caramelo ácido en momentos de ansiedad, contribuye a disminuirla, pruebe
especialmente 10? ó 15?antes de las comidas.
GASEOSA DIET: Debido al gas
que contienen brindan sensación de plenitud, no aportan calorías y se pueden
tomar a voluntad. Lo que sí, se recomienda no exagerar con las bebidas colas
porque la cafeína puede aumentar la ansiedad.
CALDO O SOPA DE
HORTALIZAS: Aportan un mínimo de calorías. El líquido caliente brinda sensación
de saciedad y, especialmente, la sopa de verduras (a diferencia del caldo
solo), además aporta fibra. Se puede tomar en cualquier momento del día, en
especial, antes del plato principal; ayuda a llegar con menos ansiedad.
¿Cómo puedo canalizar
mi ansiedad?
Cuidado con los bajones de azúcar
o glucosa
Las personas que padecen ansiedad por la comida
deberían de tomar un poco de proteína en cada comida ya que a menudo lo que hay
detrás es una Hipoglucemia y esas subidas y bajadas de azúcar (glucosa) en la
sangre son las responsables de los ataques de hambre.
No te olvides de respirar
El ejercicio físico es indispensable en casos de
ansiedad por la comida ya que ayuda a descargar las tensiones y a oxigenarnos
con lo cual disminuye la ansiedad por la comida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario